Aquel frío jueves del 16 de Junio de 1955 amanecía Buenos Aires con cielo encapotado, gris y con llovizna. Casualidad o no, el clima era el preludio de lo que quedaría en la historia de los que tienen memoria como una de las masacres más horrorosas sufridas por nuestro pueblo.Hasta las 12.40 hs todo era normal en la Plaza de Mayo y sus alrededores: trabajadores que iban y venían a pie, en automóviles o trolebuses, escolares que viajaban por primera vez desde el interior y las eternas palomas que custodian la plaza. El paisaje daba cuenta de una Argentina con trabajo y con una buena distribución del ingreso, teniendo en cuenta que la participación de los trabajadores en el PBI era cercana al 50%. Un muy buen nivel de alfabetización y de escolarización, gracias a la creación de más escuelas (la mayor en a lo largo de nuestra historia). Sin déficit en viviendas y con la creación del Ministerio de Salud Pública se erradicaron o disminuyeron sensiblemente las enfermedades endémicas, no había déficit de camas en los hospitales, se canceló la deuda externa, se construyo un gasoducto y el Aeropuerto Internacional y más…..Era el pueblo que había ratificado este rumbo en 1952 con más del 60% de los sufragios.Teniendo en cuenta este panorama igualmente justo para todas las clases pero evidenciando un avance notable en la calidad de vida de la clase trabajadora, quién tenía la posibilidad de cobrar un salario justo, un aguinaldo, de gozar de vacaciones y villas turísticas, de que sus hijos puedan estudiar y que los ancianos tengan el derecho a la vejez, la oligarquía no tardaría en reaccionar movida por el afán voraz que la caracteriza. Para eso no reparará en las excusas y mecanismos que utilizará para terminar con las conquistas hasta la fecha.Así comenzó entonces pasadas las 12.40, en ese reloj que quedaría estático para siempre como la vida de muchos compatriotas, el desfile de aviones asesinos de la Marina de Guerra bombardeando y ametrallando Plaza de Mayo y La Casa Rosada.
La misión era matar a Perón, “culpable” de administrar la justicia social a favor del pueblo argentino. Lo cierto es que ese día arrasaron con la vida de muchos ciudadanos sin discriminar su ideología o edad. Es por eso que murió un grupo de escolares envueltos en sus guardapolvos teñidos de rojo, quienes quizá en su último pensamiento creyeron recibir el saludo de los aviones que desfilarían para el acto programado en conmemoración a San Martín, que nunca llegó.La cifra de muertos fue de aproximadamente 360 y 2000 heridos. Se dice que la mayoría murió debido a las ráfagas de ametralladora en las inmediaciones de la CGT y el edificio de la Marina de Guerra.Los bombardeos se produjeron con distintas pasadas sin tener éxito en su misión, ya sea matando a Perón o haciendo que este renuncie. Los granaderos sostuvieron la posición desde caza de gobierno con los viejos fusiles Mausser de un tiro. La guarnición motorizada de Buenos Aires llegó para dar apoyo a las fuerzas de Casa de Gobierno y con sus blindados avanzó acorralando a los infantes de marina. Era imposible frenar al pueblo trabajador que, teniendo armas de puño o no, se parapetaba detrás de los blindados que avanzaban para arremeter contra los insurgentes. Cuentas las crónicas que algunos hombres se paraban apuntando a los aviones con pistolas tratando de parar al avance reaccionario.Los “valientes” aviadores una vez derrotados cruzan el Rio de La Plata para aterrizar en Uruguay. Luego de tres meses, el 16 de Septiembre de 1955, en pos de evitar más derramamiento de sangre y ante el levantamiento del General Lonardi en Córdoba, Juan Domingo Perón renuncia y se exilia en Paraguay.
Tristemente este fue el bautismo de fuego de la Fuerza Aérea Argentina, no por defender a la patria de un ataque extranjero sino siendo servil a un pequeño pero fuerte sector de la economía como lo es oligarquía ganadera y sus fieles e históricos representantes: la Sociedad Rural, la clase burguesa y los jerarcas de la iglesia subidos al conflicto con el gobierno por la ley de divorcio o por la eliminación de la enseñanza católica en la escuelas estatales.No se puede tomar como un dato menor que algunos aviones llevaban escrito “Cristo vence”, como no es menor que se hizo más visible la quema de algunas iglesias céntricas (reacción automática al suceso por lo cual el sector estaba relacionado) que el bombardeo mismo.
Hubo otros antecedentes nefastos producidos por fuerzas reaccionarias durante el gobierno de Juan Domingo Perón, en 1951 sufrió un fallido golpe encabezado el General Benjamín Menendez, apellido de familia relacionado siempre a periodos de facto. Perón fue reelecto en 1952 entonces la oposición siguió en su posición golpista.El 15 Abril de 1953, durante una movilización de la CGT, se produce un atentado matando a 6 trabajadores e hiriendo a un centenar, de nuevo se resaltaría la acción de las turbas de “cabezitas negras” quemando la sede del Partido Radical, la de los socialistas, la de demócratas y el Jockey Club. El pueblo sabía de la relación y de la participación de estos con los conspiradores.No es casual que entre los que intervinieron en los hechos del 16 de junio el 55 se encuentren Zabala-Ortiz (del sector unionista de la UCR), que oficiaba de ayudante de tiro en un avión y más tarde sería un Canciller de Illia. Adolfo Vechi ( del Partido Demócrata Nacional) y Américo Ghioldi (Partido Socialista) que ante los fusilamientos de junio del 56 dijo “se acabó la leche de la clemencia” y quien más tarde sería embajador de Videla en Portugal.Participaron además en los comandos de la antipatria Anibal Olivieri Ministro de Marina, posteriormente Embajador de la ONU y Eduardo Emilio Massera quien, con el paso de el tiempo, se haría tristemente célebre como uno de los jefes de la Junta Militar del golpe del 76 y jefe de la ESMA en donde se realizaron torturas y robos de bebés.Otro vinculado fue Suarez Maison quien escapó a Uruguay tras el fallido golpe del 51 y se encargó de recibir a los aviadores en ese país. Luego se convertiría en asesino y jefe del 1° Cuerpo del Ejercito durante el 76.También participo Pedro Eugenio Aramburu, el que luego sucedería al General Lonardi como presidente de facto.Otros que piloteaban los aviones insurgentes eran el Brigadier Cacciatore, quien sería Intendente de facto de la Ciudad de Buenos Airea, Carlos Massera hermano de Eduardo Emilio, el Contraalmirante Toranzo Calderón y el Teniente de Corbeta Máximo Nelly quien se convertiría en Subjefe de Estado Mayor de La Armada durante la presidencia de Raúl Alfonsín.Los mismos que tiraron bombas luego tiraban compañeros al mar.No obstante en todo golpe de estado hay acción de fuerzas civiles este es el caso de Mariano Grondona quien formaba parte de estos comandos. Mariano, ese “periodista”que sabe Latín y es adorador de todo régimen fascista que se pueda implantar en el país, siempre al servicio del imperialismo. Fue quién apoyó a Onganía y justificó su posición respecto a la última dictadura diciendo “lo racional en toda guerra es estar al lado de los ganadores”, que “hombre” de principios.Volviendo al 16 del 55, en este ataque perpetrado contra el pueblo argentino fue el ensayo de un aviso de lo que sucedería al pueblo en caso de salir a defender las conquistas logrados durante años de esfuerzo.
La intención no era solo matar a Perón era la de matar al pueblo, que por decantación es matar al mismo Perón. Por más que hoy se discuta si el llamado de la CGT a defender el gobierno estuvo bien o no, o quienes consideren falsa la intención del líder de que el movimiento obrero no participe en la lucha, saben bien que quienes sienten en su pecho la llama de la justicia social no pueden ser frenados. No podían esgrimir los partidos de la oposición la excusa de culpar a Perón por las muertes, cuando esas bombas no debían haber caído nunca. sobre un pueblo que eligió ese proyecto en las urnas en forma contundente. La actitud de dar todo por la justicia social se iría acentuando con la resistencia peronista, las acciones llevadas a cabo un año después por el General Valle y Tanco junto a Cogorno y otros soldados leales demuestra hasta donde llega el compromiso por reestablecer al único gobierno popular de la historia hasta esos días.
La creación de la JP y las distintas las organizaciones políticos-militares con el fin de recuperar la democracia y la igualdad social en nuestro país siguieron demostrando que por más proscripción, tortura y desaparición la doctrina Justicialista había llegado para quedarse por siempre.
Por eso a pesar de que se nos critique por tener memoria es bueno mirar para atrás, cuantos nombres conocidos aparecen ya en el 55 operando en contra de un gobierno legitimado por el voto popular, luego ellos o sus familiares seguirían siendo funcionales al sistema de opresión y de exclusión hasta la vuelta de la democracia.Hoy no nos tiran bombas de Trotyl pero si nos bombardean con noticias falsas, queriendo desestabilizaran a un gobierno que ganó la elección como corresponde.Los sectores que están del otro lado del proyecto son los mismos: la sociedad rural y otros partidos políticos que hablan de justicia social pero cuando llegan al poder no implementan ninguna medida a favor de los que menos tienen.
Por eso, en honor a todos los que dieron la vida por un país mejor, sigamos apoyando este proyecto que recuperó la justicia social, la soberanía política y la independencia económica.Se hizo mucho, pero como ha dicho nuestra presidenta “mientras haya un pobre en nuestra patria, no habrá victoria definitiva para ningún argentino...”.
0 comentarios:
Publicar un comentario